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viernes, 15 de abril de 2011

¿Para que sirve un oso?

En el mundo hay cuentos de princesas que terminan con besos, e historias, pocas, que hablan de la realidad directamente. La aventura está sobrevalorada. Un cuento de convicciones, donde el mundo aventurero no nos seduzca, ni nos tape el bosque que tenemos enfrente.
Personajes cargados de humanidad, entrañables, que destilan empatía en quien los ve, pues defienden con coraje posiciones utópicas .L a doctrina pasa a un segundo plano porque Tom Fernández simplemente nos quiere hacer reír sin que perdamos el norte. Los osos sirven para muchas cosas, para hacernos preguntas, para compararlos con los protagonistas que tienen comportamientos instintivos y de especie, para defender una causa verdadera con ilusión, para que no se esquilmen nuestros recursos naturales y el paisaje no pase a convertirse en una larga fila de urbanizaciones.
Son los actores el alma de la historia, Javier Cámara y Gonzalo de Castro tienen el duelo interpretativo principal. Les acompaña Emma Suárez, haciendo un personaje con un pie en la realidad y otro en la fantasía, alguien que dice poco pero cuya presencia marca el ritmo en sus escenas. Más corto aún es el papel que desempeña Geraldine Chaplin, una mujer alocada de férreos principios que sirve de motor a los protagonistas. Después tenemos a los jóvenes Jesse Johnson y Oona Chaplin como contrapunto al resto, decididos y dubitativos a partes iguales.
El paisaje. Asturias aparece esplendida, verde como siempre, desbordada por una naturaleza salvaje. Cuenta Tom Fernández que con esta película pretendía que el espectador diese un paseo de 90 minutos por la naturaleza. Yo tuve esa sensación en todo momento, rodeado de paisajes idílicos que también pueden servir como escenario a una película. Envidio las viviendas que aparecen porque me resultan hogares soñados que se construyeron integrados en la naturaleza, para que todos formemos parte de ella.


¿Realmente sabes lo que hay dentro de tus radiadores?

Una vecina logroñesa se hace rica en cuestiones de minutos.
Según nos cuenta, estaba limpiando el cuarto de estar, cuando fue a quitar el polvo de dentro de los radiadores y entonces de repente cayó un cupón de la lotería que casualmente hace 1 mes había sido el premiado.
También nos dice que no sabe qué hacia ahí y por qué estaba en ese mismo radiador.
 Afirma que hace unos meses compró algunos cupones, pero fue de las pocas veces que compra, por lo que lo considera como  un milagro, un día de muy buena suerte.
Nos dice que verdaderamente el dinero no es todo felicidad, pero que lo necesitaba, que le ha venido muy bien.